En días pasados el periodista y escritor Ricardo Sanjinés Ávila hizo entrega de su libro “Únzaga: La voz de los inocentes”, cuya importancia histórica y testimonial la recalcamos.
Se trata de un libro testimonial de la historia política de Bolivia, referente a la vida y pensamiento del Jefe de Falange Socialista Boliviana, don Oscar Únzaga de la Vega, cuya muerte aún permanece en el misterio.
El texto contiene importantes datos que permiten conocer aspectos y hechos sobresalientes de la vida y pensamiento del político más preclaro e injustamente perseguido por el odio sin límites de que fue objeto por el gobierno del doble sexenio, la tiranía movimientista (1952-1964), que en el propósito de ocultar sus actos de corrupción y desgobierno, su traición a los postulados populares como la nacionalización de las minas, reforma agraria y voto universal, no sólo persiguió en la forma más sanguinaria al Jefe falangista y militancia de su partido (campos de concentración cárceles, destierro, exilio) sino que por el afán de perpetuarse en el poder, impuso en la República el terror, sumiéndola en luctuosos hechos de sangre que culminaron con la trágica muerte de Únzaga de la Vega, su ayudante René Gallardo y el fusilamiento de su cúpula dirigencial en el cuartel Sucre (19 de abril de 1959).
El libro hace referencia con precisión al pensamiento de Oscar Únzaga, su planteamiento para forjar la Nueva Bolivia, engrandecida y renovada, a la que inclaudicablemente brindó su vida. Nos recuerda que Únzaga, desde la fundación de su partido, propuso un estado de derecho coincidente con la doctrina social de la Iglesia católica y el pensamiento del filósofo Jacques Maritain. En esa línea pretendía dar pan al que no tiene, un salario justo para el trabajador, respeto a la persona humana y sus derechos, trabajo, salud y educación para todos, sin discriminación alguna, que los recursos naturales sean explotados e industrializados por el Estado, así como el control y administración de recursos y bienes estratégicos; fundamentalmente darnos un gobierno democrático con participación de todos los bolivianos.
Nos relata hechos de aquella Falange que propuso la Revolución Integral, un cambio de las viejas estructuras coloniales y republicanas que ocasionaron el debilitamiento y dependencia del Estado, y la pérdida de vastos territorios y nuestro libre acceso al océano Pacífico, de la pérdida de miles de compatriotas en la guerra del Chaco. Y es precisamente este último acontecimiento que motivó a Oscar Únzaga y cuatro estudiantes universitarios a fundar la Falange en agosto de 1937. Ella nacía “del dolor moral de la Patria vencida”, su recuperación fue su norte.
Su credo para la transformación es basado en la formación del nuevo hombre boliviano, por ello su principal base política la formó en las juventudes: “la Patria jamás está vencida cuando su juventud no renuncia al combate”. Su mística y apostolado llevó a la juventud boliviana a seguir al hombre y su propuesta, aun a costa de sus vidas.
Sin embargo del notable esfuerzo de Ricardo Sanjinés, aún no está dicho todo sobre la vida de este magnífico político, la persecución política destruyó en asaltos a domicilios y oficinas toda documentación, por lo que resulta una labor infatigable rehacer la historia a través de documentos dispersos y de la relación oral de quienes acompañaron a Oscar Únzaga y su Falange. La vida de cada uno de los falangistas de aquella época, es también una epopeya de una lucha incesante por dar libertad a Bolivia y construir el Nuevo Estado, bajo la trilogía de Dios, Patria, Hogar.
Muchos aspectos de la vida del Jefe de Falange y Líder Nacional son descubiertos en el libro, que se convierte en el testimonio más completo escrito al presente, no existe una biografía similar, tanto en calidad como en veracidad, cuyo valor se acrecienta porque el autor tiene una visión independiente e imparcial, no militante.
La obra no sólo es testimonio de la lucha de un revolucionario creyente en Dios, amante de la libertad y justicia y ante todo enamorado y amante de Bolivia, es un libro que constituye también un reto a quienes hicieron de Falange el partido con mayor prédica del siglo pasado. Continuar con la tarea empezada por Ricardo Sanjinés es dar fin con la historia negra elaborada por la izquierda extremista a la que Oscar Únzaga combatió, evitando la injerencia y dependencia moscovita de aquella época de la guerra fría, y por el movimientismo combatido por su corrupción, entreguismo y tiranía conculcadora de los derechos humanos por su afán de imponer el monopartidismo.
En resumen es un libro que debe ser leído por quienes se interesan por la historia patria y por las nuevas generaciones preocupadas por el destino nacional.
Escribe a Oscar Torres Paredes al correo rtorresparedes@hotmail.com
Fuente: www.eldiario.net